El Salario Emocional – Elemento Diferenciador en la Competitividad de las Empresas

Publicado el 21 de junio, 2017

En la actualidad el concepto de salario ha evolucionado de manera interesante, donde con frecuencia se suman elementos que no necesariamente están relacionados con el dinero.

Cada vez más se hace necesario lograr que los empleados perciban de forma positiva la imagen de la empresa y su intención de contribuir con la mejora de su calidad de vida.

Los tiempos actuales, donde nuevas generaciones emergen, demandan a las empresas estrategias de compensación que impulsen el desarrollo profesional y personal de los colaboradores y que ofrezcan retribuciones no económicas, que van más allá de un aumento de salario.

Con todo esto nos referimos al concepto Salario Emocional el cual “es un concepto asociado a la retribución de un empleado en la que se incluyen cuestiones de carácter no económico, cuyo fin es satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador, mejorando la calidad de vida del mismo, fomentando la conciliación laboral”.

Conciliación laboral no es más que la búsqueda del balance vida/trabajo y esto sin duda es un elemento motivador en los colaboradores que se revierte a la empresa en incremento de la efectividad y un clima laboral armonioso.

El hecho de que un empleado se sienta valorado, rodeado de un buen ambiente, con apertura para atender necesidades de distintas índoles, contribuye a que se sienta feliz y por lo tanto la empresa logra disminuir rotación, absentismo elevándose así  los niveles de beneficios de la empresa al reducir costos de reemplazos y entrenamientos.

Vemos como en los últimos años se publican encuestas de “Las Mejores Empresas para Trabajar”.  Si observamos las prácticas de esas empresas que obtienen ese galardón, vemos que sus estrategias se encuentran más orientadas a prácticas de desarrollo que a prácticas monetarias, sin restarle importancia al factor económico, el cual tendrá siempre su impacto.

Aspectos que podemos considerar para ir moviendo a nuestras empresas a esos esquemas pudieran ser la flexibilidad de horarios, fomentar la participación de los colaboradores en toma de decisiones, establecer planes de reconocimiento, desarrollar planes de capacitación y de carrera que contribuyan con el crecimiento profesional y personal, promover una cultura de valores que busque alineación entre los valores organizacionales y los personales, promover la comunicación vertical, horizontal, alinear los beneficios según la demografía de la plantilla laboral, entre otras.

El trabajo ya no es lugar para ganar dinero solamente, es un lugar donde debemos propiciar condiciones para contribuir con la felicidad de los colaboradores!  Empleados felices, satisfechos, sin duda que se comprometen más y generan a la empresa mejores índices de productividad y competitividad.

 

Por: Margarita Morel de Lama, GRP

Presidente Kriterion