Empresa y Talento
Publicado el 29 de octubre, 2016¿Cuál es el bien más valioso que poseen las organizaciones? ¿Son sus instalaciones físicas, sus herramientas informáticas, sus políticas o procedimientos? ¿Qué es lo que realmente diferencia a las empresas exitosas de las demás dándoles un verdadero valor agregado que les permite obtener ventajas competitivas en el mercado?
Sin duda y, a mi forma de ver las cosas, es el talento humano, esa mezcla de “saber hacer” (conocimientos), “querer hacer” (compromiso) y “poder hacer” (autoridad, liderazgo) que tienen algunos integrantes de las entidades empresariales, lo que diferencia a las empresas que buscan mejores formas de gestión para convertirse en organizaciones ágiles, flexibles, con alta capacidad de aprendizaje y de adquisición de nuevos conocimientos, capaces de prever acontecimientos y anticiparse a ellos de manera positiva, estando siempre al tanto de las necesidades presentes y futuras de sus clientes…
Tan es así que cada vez hay más empresas que dan un valor económico, contable o financiero a su mejor activo, el capital humano, que no es sino la suma de los talentos individuales de todos los integrantes de las organizaciones para no dejar dudas del valor real que tienen para ellas sus colaboradores.
Ahora bien, ¿qué deben hacer las empresas para contar con el mejor talento y poder retenerlo?
- Primero: saber cómo encontrarlo, ¿qué deben tener los nuevos integrantes de la empresa que los haga “diferentes”? ¿Cuál debe ser la inducción que reciban para integrarse en la empresa de manera consistente?
- Segundo: saber capacitarlos, mediante sistemas modernos que no sean “más de lo mismo” y hagan de los empleados personas capaces para desempeñar todas las obligaciones de sus cargos y superarlas, haciendo que las descripciones de puestos no sean meramente funcionales sino que vayan más allá, hasta donde las personas puedan llegar con sus competencias.
- Tercero: detectar la proyección de los talentos emergentes en la organización, personas que saben, quieren y pueden hacer más de lo que hacen, mejor o de manera más eficaz, para dotarles de un plan de carrera que permita que vayan ocupando sucesivas posiciones a nivel horizontal o vertical que den relieve a las competencias que poseen y nunca queden estancados, enfrentándose a nuevos retos profesionales que dinamicen su permanencia en la empresa al tiempo que se garantiza y potencia su desarrollo profesional.
- Cuarto: confeccionar un plan de sucesión, detectando puestos críticos y puestos clave que jamás deben quedar vacantes, independientemente de los aconteceres de la realidad socio-empresarial, garantizándose su correcta cobertura en cualquier momento sin que descienda la productividad o rentabilidad de la organización.
¿Cómo se consigue todo esto? Mediante un ejercicio de reflexión, de pensamiento creativo basado en un futuro deseado encadenado con la misión, la visión y los valores de la empresa, o lo que es lo mismo, un plan estratégico bien diseñado y consensuado que permita que el talento humano sea considerado como el mejor activo con el que cuenta la empresa, haciendo que el Departamento de Recursos Humanos, sea lo que realmente debe ser, el mejor socio y aliado estratégico tanto de la gerencia general como del resto de gerencias garantizando la integración de todo el personal de la empresa con la misión final de la misma.